La
Ciudad de las ciencias
Por
primera vez, a 42 años años de su creación, la Academia Mexicana de
Ciencias cuenta con su propia sede, ocupando el inmueble llamado "La
Casa de Tlalpan", ubicado en el kilómetro 23.5 de la Carretera
Federal México-Cuernavaca. Mejor
conocido como "El Partenón", este lugar fue construido en 1980
por Arturo "El Negro" Durazo, ex jefe policiaco, quien fue
acusado de corrupción y vínculos con el narcotráfico durante su gestión
en el gobierno de José López Portillo. Cuatro
años después de ser construida, a Durazo le fue confiscada su lujosa
residencia para cubrir adeudos fiscales con la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público. Durante
el pasado inicio del año académico de la AMC en marzo de 2000, tras la
petición expresa de la Academia, el entonces secretario de Educación,
Miguel Limón Rojas, dio a conocer que dicho inmueble sería cedido por el
Gobierno federal para albergar a esta institución científica, lo cual se
formalizó legalmente en septiembre de 2000. Este
lugar fue ocupado durante algunos años por la Escuela Nacional de
Entrenadores Deportivos e Instalaciones Deportivas, sin embargo, dado que
la Comisión Nacional del Deporte cuenta ya con un lugar apropiado para
dicha escuela que tiene a su cargo, entregó el lugar. Características
del inmueble Hasta
ahora, sólo se han restaurado y adaptado las caballerizas, donde
actualmente se encuentran varias oficinas de la Academia, sin embargo,
continuará la remodelación, en la que se contempla, entre otras cosas,
la adaptación del lienzo charro para construir un auditorio en un lapso
de dos años, cuya construcción abarcará aproximadamente mil metros
cuadrados. En
esta primera etapa de cambios sólo se han ocupado mil metros cuadrados de
la propiedad, se llevó a cabo en un periodo de cuatro meses y tuvo un
costo de 2 millones y medio de pesos; sin embargo, se requiere de una
inversión superior, para lo cual el presidente de la AMC; René Drucker
Colín, ha solicitado el apoyo de empresarios y de instituciones científicas,
de las cuales ya 21 aceptaron hacerlo. Construcción
a futuro
Para
ello, se construirá un área de hospedaje para que en un plazo máximo de
cinco años pueda recibirse a 10 invitados, y se prevé contar dentro de
diez años con un hotel con capacidad de recibir a numerosos invitados a
congresos y otras actividades. Se planea que este hotel abarque al menos
una hectárea. Asimismo,
se dará un lugar en la casa a 14 instituciones científicas que así lo
han solicitado, las cuales pedirán apoyo al Conacyt para remodelar parte
del predio. Se
tiene contemplado también destinar un espacio para que los Centros
Regionales de Investigación SEP-Conacyt cuenten con oficinas de
representación en el lugar y se proyecta la construcción de un Centro de
Documentación e Información, para apoyar el trabajo de las instancias
reunidas. Inclusive,
se contempla hacer la invitación al propio Conacyt para que instale sus
oficinas en la Casa de Tlalpan. Entre
otras actividades a realizar en esta nueva sede de la AMC, se ha propuesto
montar exposiciones científicas y tecnológicas abiertas al público en
general, para lo cual también se destinará un área específica. Se
calcula que este ambicioso proyecto llegará a su culminación en un lapso
aproximado de 20 años, logrando así la convergencia de diversas áreas
del conocimiento, agrupando a las instancias que apoyan y fomentan su
desarrollo, en un espacio que les permita establecer una fructífera
comunicación y llevar a cabo esfuerzos conjuntos en beneficio de México. Así, a
partir de ahora el antiguo ‘Palacio de la corrupción’ borra su
infausta memoria y se proyecta como la futura Ciudad de las Ciencias. |
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