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Leon Lederman, por una ciencia que resuelva problemas como hambre, enfermedad o pobreza

 

El doctor Leon Lederman, premio Nobel de física 1988 y Miembro Correspondiente de la Academia Mexicana de Ciencias, impartió dos conferencias los pasados 16 y 17 de noviembre, invitado a nuestro país por el Instituto de Física y la Facultad de Ciencias de la UNAM.

"The future of high energy physics", la primera, tuvo lugar en el Auditorio Alejandra Jaidar del Instituto de Física. En ella, este pionero de la física de altas energías abordó los avances y retos que enfrentará en el futuro inmediato la investigación sobre partículas elementales. Lederman marcó dos de los principales desafíos que enfrentará esta disciplina en el siglo XXI, motivados por el alto costo de la investigación en este campo: i) el desarrollo de mejores y más económicos aceleradores de partículas; y ii) la utilización de datos provenientes de la astrofísica, pues las estrellas llevan a cabo reacciones entre partículas con altas energías.

La segunda conferencia, "Science Education", fue impartida en la sala Carlos Graef del conjunto Amoxcalli, de la Facultad de Ciencias. En ella, el premio Nobel hizo hincapié en la importancia de fomentar la apreciación y comprensión de la ciencia por parte de los jóvenes, sobre todo los estudiantes de enseñanza básica.

"La educación gratuita es siempre una buena inversión que todas las sociedades deben hacer", señaló Lederman, quien también destacó que la finalidad de la educación científica es preparar graduados que respondan a las necesidades del mundo actual, las cuales se están modificando rápidamente con el desarrollo de la ciencia y la tecnología, que han alterado radicalmente nuestra forma de vivir.

El investigador comentó que, ante la revolución que estamos viviendo, es necesario cambiar la forma en que percibimos las nuevas tecnologías y aplicaciones de la ciencia como las telecomunicaciones, la computación, el internet o la clonación, con el fin de poder participar en su desarrollo y poder aplicar racionalmente los desarrollos actuales y los que se realicen en el futuro.

"La nueva forma de enseñar ciencia consiste también en enseñar a los maestros cómo enseñar ciencia", añadió el investigador, que aboga por una revolución en la enseñanza científica basada en una comprensión profunda de su importancia y utilidad para la sociedad. Lederman afirmó que la educación científica debe tener como objetivo la solución de problemas humanos como el hambre, la pobreza, la enfermedad o la contaminación. Asimismo, hizo énfasis en que es necesario combatir la anticiencia y enseñar a los jóvenes a distinguir la ciencia de la astrología, la adivinación o la creencia en platillos voladores.

El doctor Lederman, nacido en 1922, fue nombrado Miembro Correspondiente de la Academia Mexicana de Ciencias en noviembre de 1999, como reconocimiento por su contribución al establecimiento de los primeros grupos de investigación experimental en el Instituto de Física de la UNAM y en el Centro de Investigación y Estudios Avanzados (CINVESTAV) del IPN, en el área de física de altas energías.

Lederman fue director, de 1979 a 1989, del Laboratorio Nacional de Aceleradores Fermi (Fermilab), una de las más importantes instituciones para el estudio de las partículas elementales. Recibió el premio Nobel en 1988, junto con Melvin Schwartz y Jack Steinberger, por su participación en el desarrollo de la física de neutrinos.

Actualmente, el doctor Lederman se ha dedicado con gran intensidad a fomentar la enseñanza de las ciencias. Para ello ha establecido el Centro de Educación Científica Leon M. Lederman, adjunto al Fermilab, donde se imparten cursos y conferencias para jóvenes, se reciben estudiantes de entre 12 y 16 años para desarrollar sus habilidades para la ciencia, y se proporcionan a los maestros cursos y materiales para la enseñanza de las ciencias y la tecnología.

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